En el caso de un entierro anónimo, la urna del difunto se entierra en un cementerio sin una lápida u otra identificación con nombre. En el caso de un entierro anónimo no hay una tumba personal ni un monumento conmemorativo. Las razones para un entierro anónimo son las limitaciones de costes de los familiares, el deseo de ahorrarles años de mantenimiento de la tumba o la distancia espacial de los familiares. La elección de un entierro anónimo debe estudiarse detenidamente para estar seguros de que es realmente la forma más adecuada de enterramiento.Al no existir una tumba personal con este entierro, es más difícil para los familiares lidiar con su dolor y asimilar la pérdida.